Calcular de kW a CV o cómo calcular la potencia de un coche eléctrico

¿Cómo se calcula de kW en CV? Conoce qué potencia tienen los coches eléctricos

Álvaro Prieto

Álvaro Prieto

No te vuelvas loco, te vamos a dar todas las fórmulas para convertir de kW a CV y así calcular la potencia de tu nuevo coche eléctrico

Cuando se trata de comprar un automóvil, independientemente del tipo de mecánica, hay varios aspectos en los que centramos toda nuestra atención. Junto al diseño y el precio, un elemento clave es la potencia. Siempre hemos oído hablar de CV, pero con esto de la llegada del coche eléctrico, ¿qué son los kW? ¿Cómo paso de kW a CV y de CV a kW? ¿Cómo cargar un coche eléctrico?

No te agobies antes de tiempo, es normal que estés nadando en un mar de dudas. La potencia es, para que nos entendamos todos, la cantidad de «trabajo» que el vehículo tiene que hacer para impulsarse. La cuestión es que la potencia tiene diversas formas de medirse, pero tranquilo, que es muy fácil entenderlas.

Esencialmente, podemos encontrar tres formas de medir la potencia

  1. Caballos de vapor (CV), que son los que todos conocemos.
  2. Caballos de fuerza/potencia (HP), que son utilizados en algunos países para medir la potencia del vehículo
  3. Kilovatios (kW), el concepto que encontramos en los coches eléctricos. 

Y precisamente en este punto está el quid de la cuestión, ¿por qué hay tres denominaciones? ¿Son todas iguales? La respuesta es no, y si sigues leyendo vas a entender el porqué. 

Los motores eléctricos miden su potencia en kW, pero pasar de kW a CV y de CV a kW es realmente sencillo
Los motores eléctricos miden su potencia en kW, pero pasar de kW a CV y de CV a kW es realmente sencillo

¿Cómo paso de kW a CV y de CV a kW?

Por suerte o por desgracia, la forma de medir la potencia de un automóvil no es universal. Los propios fabricantes y medios de comunicación van saltando entre unos términos y otros con total impunidad. Y así pasa, que los usuarios nos acabamos volviendo locos. 

En una página web pone 512 CV, en otra 505 hp, en otra 382 kW… Y tú con la cabeza ya como un bombo. Estás más perdido que un pulpo en un garaje. Lo que te alegrará saber es que, tanto a nivel técnico como legal, los kilovatios (kW) son el método más uniforme y correcto que existe para medir la potencia.

Así lo establece el Sistema Internacional de Unidades (SI). El vatio representa una unidad de medida que mide la transferencia de energía en el tiempo. En otras palabras, el trabajo que realiza un motor.

Más sencillo aún, su equivalencia respecto a los CV a los que estás acostumbrado es de 1 kW (1.000 vatios) = 1,36 CV.

A la inversa, 1 CV = 0,7355 kW ¿Ves como no era tan complicado?

Equivalencias frecuentes de CV a KW

  • 15 KW equivalen a 20,12 CV.
  • 60 KW equivalen a 82 CV.
  • 70 KW equivalen a 93,87 CV.
  • 75 KW equivalen a 100,58 CV.
  • 80 KW equivalen a 107,28 CV.
  • 100 KW equivalen a 136 CV.
  • 105 KW equivalen a 141 CV.
  • 110 KW equivalen a 147 CV.
  • 120 KW equivalen a 160,92 CV.
  • 130 KW equivalen a 174,33 CV.
  • 134 KW equivalen a 184 CV.
  • 300 KW equivalen a 408 CV.
  • 306 KW equivalen a 490 CV.
  • 670 KW equivalen a 1100 CV

Y aún tenemos más buenas noticias, porque en España es ilegal utilizar los CV de potencia como unidad de medida con fines publicitarios, en manuales o en transacciones comerciales. Lo único correcto es hablar de vatios (W) o de kilovatios (kW). 

Su razón de ser no es otra que la Ley de Metrología. Si bien al otro lado del Charco son bastante reacios a emplear esta terminología, con un poco de suerte el coche eléctrico le da un giro de 180º a esta tendencia, ya que la capacidad de los motores eléctricos se mide utilizando los kilovatios hora (kWh). Esta cifra determina cuánto tiempo los motores eléctricos pueden producir una cierta cantidad de energía.

 ¿Y cómo funciona un motor eléctrico?

Un motor eléctrico y uno de combustión son como el día y la noche.  No nos vamos a poner técnicos, que aquí hemos venido a entender las cosas, así que explicaremos su funcionamiento a través de tres ejes principales:

  • Carga: un motor eléctrico requiere conectar el vehículo a la red eléctrica para almacenar la energía que, posteriormente, usaremos para desplazarnos. Esencialmente, el nivel de carga determina la autonomía del vehículo. Los tipos de carga se clasifican según el tiempo que tarda en llenarse la batería -carga lenta, semi rápida y rápida-.
  • Aceleración: al pisar el acelerador, el módulo electrónico procesa las indicaciones del conductor. Dicho módulo envía una señal a las baterías para alimentar al motor eléctrico y transforma la corriente continua en corriente alterna a través del convertidor.

La mayoría de los motores eléctricos funcionan con corriente alterna, por lo que el convertidor es esencial.  Permite al motor, que se conecta con las ruedas a través de la transmisión, convertir la energía eléctrica en energía mecánica.

  • Deceleración: al levantar el pie del acelerador o pisar el pedal de freno, el sistema eléctrico deja de entregar energía. Son entonces las ruedas las que mueven el motor eléctrico. Sí, ya no actúa como propulsor, sino como generador de energía. Es lo que popularmente se conoce como frenada regenerativa.

En este caso, la alternancia de campos magnéticos entre el rotor y el estator produce corriente alterna. Esta energía la procesa el convertidor, que ahora transforma la corriente alterna en corriente continua para almacenarla en la batería. Gracias a ello obtenemos un mayor aprovechamiento de la energía del sistema.

Si he entendido bien, son motores mucho más simples, ¿no?

Efectivamente, has dado en el clavo. Los motores de combustión interna y los motores eléctricos son muy diferentes entre sí y, una de las grandes ventajas de los segundos, es que resultan mucho más sencillos. Carecen de un gran número de piezas móviles y de desgaste. Por ello son realmente fiables y no requieren apenas mantenimiento.

Otra de sus grandes diferencias es que el motor eléctrico tiene una eficiencia media del 90%; frente al 25-30% de eficiencia media en los motores de combustión. En otras palabras, una alta proporción de la energía eléctrica se convierte en energía mecánica. El 10% restante se pierde en forma de calor. Además, su curva de par es plana, especialmente a bajas revoluciones.

Esto permite obtener todo el par prácticamente desde cero ¡Y todo ello sin ruidos ni vibraciones! Como ocurre en los vehículos de combustión, la potencia de los coches eléctricos es muy variada. Podemos encontrar cifras que van desde el entorno de los 130 CV para modelos urbanos hasta más de 1.000 CV en superdeportivos de élite.

Esencialmente, en un vehículo eléctrico, las baterías determinan la potencia que puede usar el motor, la autonomía total del coche e incluso su diseño. Y para rematar la jugada, no necesitan una caja de cambios ni un embrague, pues el motor eléctrico puede trabajar en un rango de velocidades realmente amplio.

Existen cargadores de potencia estándar, semirápida y rápida con hasta 350 kW de potencia
Existen cargadores de potencia estándar, semirápida y rápida con hasta 350 kW de potencia

Me interesa eso de la carga, ¿cómo cargar un coche eléctrico

Seguro que te has planteado esta duda en varias ocasiones. Por desgracia, la respuesta es muy amplia, ya que depende de diversos factores: el tipo de coche -marca y modelo-, el tamaño de las baterías, el cargador que usemos y si se trata de una carga normal, una carga semi rápida o una carga rápida. 

En resumen, podemos estar hablando de un período de entre 15 minutos y casi 20 horas ¿Ya estás con las taquicardias? Bueno, lo mejor entonces es que veamos algunos ejemplos dependiendo del tipo de carga. Los cálculos son de primaria, basta con dividir la capacidad de la batería entre la potencia que entrega el cargador:

  • Carga lenta: la carga habitual que podemos efectuar en la mayoría de los puntos de carga doméstica o comercial. 
  • Carga semirrápida: con este tipo de cargadores, dependiendo del cargador y la potencia de carga, podrás tener el coche cargado en algo más de una hora.
  • Carga rápida: esta solución es la ideal para los largos viajes, ya que nos permite recuperar rápidamente una gran cantidad de energía. 

Conoce más sobre los tipos de cargadores para coches eléctricos.

Podrás cargar el 80% de la batería de tu coche eléctrico en tan solo 15 minutos. 

Como puedes comprobar, entender los entresijos del coche eléctrico no es tan complicado como pudiera parecer ¡Si son lo más sencillo del mundo! Basta con acostumbrarse a unos simples términos para descubrir que son todo ventajas. Para cuando te quieras dar cuenta, nunca más volverás a hablar de CV…

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