¿Cuál fue el primer coche eléctrico de la historia?

¿Cuál fue el primer coche eléctrico de la historia?

Álvaro Prieto

Álvaro Prieto

El primer coche eléctrico nació hace dos siglos

Paseas por la calle y un coche de diseño futurista pasa completamente en silencio a tu lado. Toda la calle se gira a su paso. Sí, es un coche eléctrico y podría ser perfectamente una escena de nuestros días. Sin embargo, ¿cuál fue el primer vehículo eléctrico de la historia?

La andadura del coche eléctrico comenzó mucho antes que la del automóvil de combustión (1961). Hacia finales del S.XIX, se comenzó a desarrollar un mercado incipiente en algunos países de Europa y Estados Unidos ¡Y ojo! Que tuvo su público durante las dos primeras décadas del siglo XX. 

Sin embargo, su escasa autonomía, su elevado coste y su limitada velocidad máxima dio paso al motor de combustión hasta que ¡Voilá! En pleno S.XXI la preocupación por el medio ambiente ha traído al coche eléctrico de vuelta. Ahora son el presente y, por supuesto, también el futuro.

Así nació el primer coche eléctrico

 

Hablar de grandes inventos a lo largo de la historia no es sencillo. En épocas pasadas, la rigurosidad de la documentación no se acerca siquiera a la actual. Por esa razón, al hablar de los orígenes del coche eléctrico no podemos hablar de un creador muy claro.

Pese a ello, podemos centrar nuestra atención en tres grandes nombres que se han ganado un lugar destacado en nuestra historia. El primero de ellos es el inventor e ingeniero húngaro Ányos István Jedlik. Se le conoce como el padre del coche eléctrico por dar a luz el primer motor eléctrico del mundo en 1827. Un año después, introdujo su nuevo invento en un pequeño coche.

Ányos István Jedlik es considerado el padre del vehículo eléctrico

Nacía así en 1828 el primer coche eléctrico de la historia, un concepto que pronto otros quisieron replicar. Hubo que esperar hasta 1834 para que un herrero de Vermont, Thomas Davenport, desarrollara un artilugio similar. Curiosamente, su coche eléctrico operaba en una pista corta, circular y electrificada.

Apenas un año después, en 1835, el profesor Sibrandus Stratingh de Groningen (Países Bajos), junto con su asistente Christopher Becker, creó un coche eléctrico a pequeña escala. Suponía otro pequeño paso adelante, ya que en este caso estaba alimentado por baterías no recargables de células primarias.

Las baterías recargables dieron el impulso al coche eléctrico

 

Corría el año 1852 cuando Gaston Planté inventó la batería recargable de plomo y ácido. Coincidiendo con el inicio de la comercialización de los coches eléctricos, rápidamente se dio de bruces contra el suelo: la fabricación a nivel industrial no era posible.

Tuvo que llegar Camille Faure en 1880 para inventar un procedimiento electroquímico llamado masa activa. Gracias a él, se aumentaba la capacidad de carga de la batería de Planté ¡Ahora sí! La fabricación industrial de las baterías ya era posible y el coche eléctrico comenzaba su andadura. Incluso se convirtió en el automóvil por excelencia a principios del S. XX.

Gran parte de la culpa la tuvo Thomas Edison, quien mejoró la autonomía de los coches eléctricos al crear una batería recargable de gran capacidad. Tal fue su éxito que Oliver O. Fricthle lanzó al mercado en 1906 un coche eléctrico con 100 km de autonomía. Es más, a Fricthle se le atribuye la creación del primer gran concesionario de coches eléctricos, situado en la Quinta Avenida de Nueva York.

El coche eléctrico parecía prometedor, con más de 20 fabricantes de automóviles eléctricos en todo mundo a principios del S.XX. Sin embargo, llegó el señor Henry Ford a revolucionar la industria con su Ford T y la primera fábrica capaz de producir coches de combustión en serie. Eran más baratos y asequibles, así que poco a poco el coche eléctrico fue cayendo en el olvido. 

El primer coche eléctrico en España nació en Barcelona

 

¿Sorprendido? Aunque te cueste creerlo, en España también desarrollamos coches eléctricos a finales del S.XIX. Todo se lo debemos al empresario e ingeniero militar valenciano Emilio de la Cuadra Albiol, quien fundó en Barcelona en 1898 la Compañía General Española de Coches Automóviles Emilio de la Cuadra.

La idea era desarrollar coches eléctricos, la moda por aquél entonces. Y dicho y hecho, de la Cuadra se puso manos a la obra para lanzar no uno, sino tres prototipos con motor eléctrico: un camión, un coche y un ómnibus -lo que ahora viene siendo un autobús-.

Tan solo un año después, el coche eléctrico vio la luz en España. Era un modelo humilde, con apenas 4 o 5 kilómetros de autonomía, pero orgulloso pudo decir que se trataba del primer automóvil eléctrico español. Por desgracia, la marca fracasó en 1901, pero no se perdieron sus esfuerzos: fue el germen de la popular Hispano-Suiza.

Hacia un futuro 100% eléctrico 

 
El coche eléctrico vive una segunda juventud, donde ya es una realidad pausible

 

Vale, nació el Ford T y con él murió la primera apuesta por la movilidad eléctrica, pero el coche eléctrico tuvo su segunda juventud ¡Y vaya juventud! Tanto que ha crecido como la espuma y se plantea como nuestro futuro a medio y largo plazo. Todo comenzó hacia 1976, con diversas acciones políticas en los Estados Unidos.

El interés por reducir la dependencia energética de países conflictivos y por impulsar el desarrollo de la movilidad eléctrica fue el pistoletazo de salida para la segunda vida de los coches eléctricos. De hecho, General Motors fue la encargada de resucitar y comercializar el primer eléctrico de esta segunda etapa, el EV1.

Nacido en 1996, declaraba 160 km de autonomía y se fabricaron 1.117 unidades ¿El problema? Era un adelantado a su tiempo y la compañía reclamó todos los ejemplares en 2003. Desde entonces, hubo que esperar la llegada del Tesla Roadster en 2006 para que el vehículo eléctrico recibiera el impulso que se merecía.

El posterior lanzamiento del Model S y de los Supercargadores convirtió la movilidad eléctrica en una realidad viable. Tanto que en 2016 ya se habían vendido más de un millón de coches eléctricos en el mundo.  En la actualidad, prácticamente todos los fabricantes de automóviles tienen o tendrán en breve un coche eléctrico. 

Es imperativo cumplir con las normas anticontaminación, por lo que la Unión Europea es una de las grandes impulsoras de la movilidad eléctrica. Es más, ya le han puesto fecha de caducidad al automóvil de combustión interna: 2035. Para entonces, los coches eléctricos coparán las listas de ventas y nuestras carreteras.

Como has podido ver, el coche eléctrico es en realidad tan antiguo como el propio automóvil. A principios del siglo XX parecía ser el futuro, la gran solución para desplazarse y librarse de la tracción animal, pero su evolución ha sido algo distinta. Sin embargo, ahora sí que sí.  

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2035 es la fecha de caducidad del coche de combustión fijada por la Unión Europea

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