¿Qué es el IRVE? Cuando lo descubras, la instalación de puntos de recarga de coches eléctricos no tendrá secretos para ti
El coche eléctrico se está convirtiendo en la principal alternativa tecnológica a los vehículos de combustión interna. Como estos, necesitan de su alimento para desplazarse, en este caso energía eléctrica ¿Adivinas ya qué es el IRVE? Si estás pensando en puntos de recarga, vamos bien.
Los unos sin los otros, no tienen mucho sentido, y viceversa. Por esa razón hoy queremos dar más visibilidad a los componentes y tipos de conexión de la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos. Sin meternos en tecnicismos, te vamos a ayudar a comprender todo lo que necesitas sobre cargadores ¿Estás listo?
Descifrando el acrónimo ¿Qué es el IRVE exactamente?
IRVE es el acrónimo de Infraestructuras de Recarga de Vehículos Eléctricos y, como estarás imaginando, son imprescindibles para que prospere el desarrollo y expansión de los vehículos eléctricos. Si no tenemos una infraestructura de recarga asentada en todo el territorio, estaremos haciendo un pan como una torta.
Básicamente, nunca conseguiremos que los vehículos eléctricos terminen de sustituir a los automóviles de combustión. Cuando hablamos de IRVE, no hablamos solo de puntos de recarga, sino de todos los dispositivos necesarios para el funcionamiento de estos. Son la base principal de recarga del vehículo, realizada por profesionales con conocimientos y experiencia en el sector.
Para que nos entendamos, implican todos los equipos, circuitos de suministro eléctrico, puntos de recarga, protecciones y cajas de control y gestión que componen estos sistemas. Y son importantes para la instalación de puntos de recarga para coches eléctricos porque suponen un avance de la tecnología en el sector automovilístico.
¿De qué elementos se compone un IRVE?
Una vez hemos aprendido qué es el IRVE, veamos cómo se compone. La infraestructura de recarga de vehículos eléctricos es la encargada de hacer de enlace entre la red de distribución eléctrica y tu coche eléctrico. Su misión es tan sencilla como recargar las “pilas” de tu vehículo.
Veamos qué elementos lo componen:
- La estación de recarga. Formada por los elementos necesarios para llevar la energía desde la instalación eléctrica fija hacia nuestro coche. Normalmente incluye las protecciones y la base de toma de corriente. Adicionalmente puede equipar también el cargador, el contador y el cable de alimentación. Puede ser un tipo de recarga simple o SAVE (Sistema de Alimentación específico de Vehículos Eléctricos).
- El contador, encargado de registrar el consumo de energía. Podemos encontrar dos tipos. Por una parte, el principal, que es el que emplea la distribuidora de energía para facturar el consumo de la instalación. El secundario se emplea como sistema de medida individual y está destinado al control y gestión de la carga. Repercute los gastos si hay más consumos en la misma instalación. Por ejemplo, en una comunidad de vecinos.
- La base de toma de corriente, que es la que determina los límites de potencia disponible, las funcionalidades adicionales y el modo de carga. Son los diferentes tipos de conectores que existen para conectar el vehículo a la red eléctrica. La toma del coche y del cargador deben ser compatibles.
- El propio cargador, que es el aparato que procesa la energía eléctrica de la red en intensidad, tensión y forma de onda (corriente alterna, continua…) para cargar la batería.
- Las protecciones necesarias para cumplir con el RD 1053/2014 y la norma ITC-BT 52. Hay protección contra sobretensiones permanentes o transitorias, protección magnetotérmica, protección diferencial…
- La conexión entre el cargador y el vehículo eléctrico. Junto al cable de alimentación, forman parte de ella:
- El conector, que es el extremo del cable de alimentación que se acopla a la conexión de entrada del coche eléctrico.
- La clavija, que es el extremo del cable de alimentación que se acopla a la base de toma de corriente de la estación de recarga.
- La caja de control, situada en el cable de alimentación. Se emplea en el modo 2 de recarga e incluye una función de piloto de control y un sistema de protección contra sobrecargas y fugas eléctricas.
Los tipos de conectores que podemos encontrar
Los conectores son tan importantes que merecen un lugar destacado en este artículo. Normalmente los conectores vienen con el propio vehículo eléctrico y son seleccionados por el propio fabricante.
Estos son los diferentes tipos de conectores que te puedes encontrar:
Conector | Corriente normal | Velocidad de carga | Nº de bornas | Conexión | Tensión |
SAE J1772 | 20 A – 32 A | Lenta / Rápida | 5 | Monofásica | Alterna |
Mennekes | 20 A – 32 A | Lenta / Rápida | 7 | Monofásica / Trifásica | Alterna |
CHAdeMO | 125 Acc | Rápida | 4 | Monofásica | Continua |
CSS-Combo 1 | 125 Acc | Rápida | 7 | Monofásica | Continua |
CSS-Combo 2 | 32 A – 200 Acc | Rápida | 9 | Monofásica / Trifásica | Continua / Alterna |
GB/T AC | 20 A – 32 A | Rápida | 7 | Monofásica / Trifásica | Alterna |
GB/T DC | 250 Acc | Rápida | 7 | Monofásica | Continua |
¿Qué modos de carga existen?
La carga de un vehículo eléctrico, a pesar de la diversidad de opciones que existen, tiene su propia normativa de la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC). Son los IEC 62196 e IEC 61851.
En esencia, las baterías de un vehículo eléctrico tienen cuatro modos operativos de carga. Tres de ellos en corriente alterna (AC) y uno en corriente continua (DC).
- Modo 1 – Carga lenta: es la carga desde una base de enchufe doméstico, no industrial (enchufe Schuko) y sin comunicación entre vehículo y punto de carga. En la red monofásica, emplea la intensidad y voltaje eléctricos del mismo nivel que una vivienda (16 A y hasta 250 V).
La potencia eléctrica que puede entregar el punto es de unos 3,7 kW. En la red trifásica, el voltaje es de 480 V y 11 kW de potencia máxima.
- Modo 2 – Carga lenta: la principal diferencia respecto al anterior es que el cable lleva un sistema de protección incluido y un interruptor diferencial, lo que aporta mayor seguridad a la recarga. La intensidad puede ser de 16 A o de hasta 32 A.
- Modo 3 – Semirrápida: se trata de un modo exclusivo para vehículos eléctricos por el sistema de alimentación y a la protección y control incorporados al punto de carga.
La intensidad habitual es de 32 A, aunque permite hasta 63 A. La potencia varía entre 8 y 14 kW. En trifásica, la intensidad es de 63 A y de entre 22 y 43 kW. Permite la recarga inteligente y el desarrollo de Smart Grids.
- Modo 4 – Carga rápida: las potencias de carga máxima son elevadas, de entre 125 y 240 kW. La intensidad y el voltaje eléctricos son de 600 V y de hasta 400 A.
Al igual que en el modo anterior, la conexión enchufable se hace sólo del lado del vehículo, estando integrado el conector en el lado de la infraestructura.
Ahora ya conoces qué es el IRVE y todos sus entresijos. A veces no se le presta la atención necesaria a la infraestructura de recarga pese al interés creciente por la movilidad eléctrica en la práctica totalidad de los países de la Unión Europea. Sin embargo, es parte esencial del juego.