La movilidad eléctrica es el futuro de la automoción y el transporte en las grandes ciudades ¡Esto ya es imparable!
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
- La movilidad eléctrica es el futuro de la automoción y el transporte en las grandes ciudades ¡Esto ya es imparable!
- ¿Qué es la movilidad eléctrica?
- Ventajas de la movilidad eléctrica
- La realidad actual de la movilidad eléctrica
- ¿Quién va a la cabeza en Europa?
- ¿Y qué pasa con España?
- Seguimos caminando hacia los objetivos de la movilidad eléctrica
La movilidad eléctrica ya está aquí y es imparable. Parece que poco a poco nos vamos concienciando con el planeta. El cambio climático ya ocupa un lugar primordial entre las preocupaciones de los ciudadanos y los gobernantes, junto con la calidad del aire en las ciudades o la transición necesaria al coche eléctrico.
Sin embargo, sabemos que todo esto puede sonar un poco abstracto para aquellos que no están tan puestos en el tema ¿Es tu caso? Pues tranquilo, que hoy no solo vamos a hablar del concepto de movilidad eléctrica, también vamos a repasar la situación actual del sector y cuáles son los objetivos a medio plazo.
¿Qué es la movilidad eléctrica?
Una necesidad, así de simple. La movilidad eléctrica engloba aquellos vehículos que emplean la energía eléctrica procedente de baterías para desplazarse. Como sabrás, el aumento de las emisiones de gases contaminantes derivados del transporte preocupa cada vez más a las autoridades.
Por esa razón, las instituciones apuestan cada vez más por la implantación de vehículos eléctricos, que son capaces de desplazarse de manera eficiente, más económica, sin contaminar y sin emitir ruido. Como no emiten gases de efecto invernadero, son clave para lograr una movilidad sostenible.
Hablando claro, la movilidad eléctrica ayuda a reducir la contaminación atmosférica, sobre todo, en las grandes ciudades. Y esto no es solo una apuesta por los beneficios medioambientales. La movilidad cero emisiones también contribuye al bienestar de los habitantes de las ciudades en el ámbito social y en el económico.
En la segunda mitad del S.XX la humanidad desarrolló un patrón de crecimiento basado en el uso intensivo y lineal de los recursos naturales y en la combustión masiva de combustibles fósiles. Ahora toca dar marcha atrás, conducir hacia un modelo de descarbonización del sector.
Hagamos un viaje en el tiempo. Desde 1950 hasta nuestros días se ha producido un espectacular crecimiento de los valores económicos y sociodemográficos:
- La población mundial se ha triplicado.
- El PIB se ha multiplicado por 12,3.
- La esperanza de vida ha aumentado en 25 años.
- El porcentaje de la humanidad viviendo en la pobreza extrema ha disminuido del 63% al 10%.
¡Guau! Resulta impresionante, ¿verdad? El problema es que lo hemos logrado a costa del planeta. Por ejemplo, desde 1970 hemos triplicado la extracción de combustibles fósiles, minerales, metales y biomasa; hemos aumentado el uso de agua en más de un 60%; y hemos multiplicado por 2,5 las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Ventajas de la movilidad eléctrica
La movilidad eléctrica trae consigo muchos beneficios, aunque los principales son:
- Ahorro de emisiones contaminantes. En CargaTuCoche hemos instalado más de 2.500 puntos de recarga, con los que hemos ahorrado más de 5.000 toneladas de CO2.
- Ahorro al repostar. Moverse con un vehículo eléctrico es más barato que con un vehículo de gasolina o diésel.
- Acceso a los centros de las grandes ciudades. Podrás circular sin restricciones en las grandes ciudades cuando te mueves con vehículos eléctricos.
Ventajas fiscales frente a los coches de combustión térmica. Por ejemplo, estarás exento de pagar el impuesto de matriculación y no tendrás que pagar el parquímetro.
La realidad actual de la movilidad eléctrica
Según señala la ONU, la población mundial aumentará desde 7,8 miles de millones a 9,7 para 2050. Las previsiones indican que las zonas urbanizadas alcanzarán, para esa fecha, el 68%, frente a un 55% actual. Lógicamente, esto vendrá acompañado de un aumento en la demanda global de la movilidad.
Por hablar de datos concretos, se prevé que la flota global de vehículos crezca de 1,2 miles de millones hoy a 1,6 miles de millones en 2040. Ante esta situación, ¿qué hacemos? ¿Paramos el mundo? No, es fundamental transformar la forma en que nos movemos. La meta debe ser ofrecer más movilidad con menos impacto.
La pregunta es, ¿están Europa y España avanzando en la movilidad eléctrica a buen ritmo? Pues bien, vamos a sacarte de dudas.
¿Quién va a la cabeza en Europa?
Los principales centros urbanos de Europa están diciendo que no al diésel, con duras restricciones para los vehículos más contaminantes. Esa es la razón por la cual el Viejo Continente ya es el segundo mercado en ventas de coches eléctricos después de China, tanto en volumen como en penetración de mercado.
Las variaciones entre países son notables, pero podemos poner de relieve que, en diciembre del año pasado, los europeos compraron más coches eléctricos que diésel. A la cabeza está Noruega, donde la movilidad eléctrica alcanza un 65% de cuota de mercado.
El resto de los países queda lejos del excepcional caso noruego. Para que te hagas una idea, el segundo país de Europa donde circulan más coches eléctricos es Islandia, y representan apenas un 2,8% de los automóviles totales. En tercer lugar, están los Países Bajos, donde solo hay un 2% de eléctricos en movimiento.
Si hablamos de ventas de coches eléctricos durante 2021, según la consultora Jato, Noruega copó las matriculaciones de vehículos eléctricos con un 63,7% del total. Le sigue Países Bajos con un 19,8% de matriculaciones de coches eléctricos. Completa el podio Suecia con un 19%.
Notablemente por detrás quedan países como Austria (13,8%), Alemania (13,5%), Suiza (13,3%), Dinamarca (13,2%), Reino Unido (11,6%), Luxemburgo (10,3%) y Francia (9,8%).
¿Y qué pasa con España?
Pues ahí vamos, pasito a pasito. La movilidad eléctrica representa en España un 0,4% del volumen total de vehículos que circula por nuestras carreteras. La mitad son vehículos completamente eléctricos y, la otra mitad, híbridos enchufables. En otras palabras, solo cuatro de cada 2.000 vehículos son cero emisiones.
¿Te parecen cifras insignificantes? Pues igual andas equivocado, porque la realidad es que la cuota de vehículos eléctricos ha crecido de manera acelerada en los últimos años. Por ejemplo, en 2020 había un total de 674.000 coches eléctricos e híbridos circulando en España, y en 2021 se vendieron más de 300.000 vehículos electrificados.
En concreto, Italia y España, los dos países mediterráneos, vendieron un 4,6% y un 2,7% de vehículos eléctricos, respectivamente. Gracias a ello, ya hay cerca de un millón de vehículos electrificados circulando por nuestras carreteras.
Seguimos caminando hacia los objetivos de la movilidad eléctrica
Europa tiene unos objetivos ambiciosos respecto a la movilidad eléctrica. Desde Bruselas han fijado como objetivo que para 2030 haya, como poco, 30 millones de coches eléctricos en las carreteras europeas y una red de tres millones de puntos de recarga.
Si ponemos la vista en 2050, “prácticamente todos” los automóviles, furgonetas, autobuses y vehículos pesados tendrán que ser cero emisiones. Necesariamente, el transporte en Europa será “sostenible, inteligente, competitivo, seguro y accesible”.
Solo de esta forma se podrá alcanzar la meta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 90% en 2050. El reto es que un mínimo de 100 ciudades consigan ser neutras en esa misma fecha. Con el paso del tiempo veremos si estos ambiciosos planes se cumplen ¡Pero vamos por el buen camino!
En España no somos menos optimistas. El Plan España 2050 quiere colocar a nuestro país a la vanguardia de Europa. En él, la movilidad eléctrica se alza como la gran alternativa para la descarbonización. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé alcanzar una penetración de 5 millones de vehículos eléctricos de aquí a 2030.
Es innegable que queda todavía camino por recorrer ¡Pero que no decaigan los ánimos! La evolución de las cifras de ventas muestra un crecimiento muy positivo tanto en Europa como en España. La movilidad eléctrica ya es imparable y, en unos años, los coches cero emisiones dominarán nuestras carreteras.
